Campaña Antártida 2006

FOTO JUAN PABLO PEREDA


Segunda parte

Queridos amigos:

El 1 de febrero fondeamos en Visca, una bahía bien protegida frente a la base brasilera Ferraz, construida donde antes hubo una base ballenera. Bajamos a recorrer las inmediaciones, allí encontramos un bote de los denominados aguateros, de madera rústica, como el principal vestigio de la actividad de la caza de ballenas que hubo en ese lugar hasta un poco después de la primer guerra mundial.

Se puede ver también una obra de Jaques Cousteau cuando estuvo allí y es la reconstrucción de una enorme osamenta ballena completa depositada en un terraplén y que expresa dramáticamente el exterminio que sufrieron.

Los brasileros nos invitaron a entrar y tomar un chocolate caliente, que a esa altura resultó por demás reconfortante. Es el tipo de situaciones en las que uno se encuentra siempre en la Antártida y por lo cual es tan especial.

La vuelta al Ice resulto caótica, porque se levantó un viento helado de 40 nudos que complicó la maniobra de los botes timoneados por Pepi y Mariano. Llegamos empapados a sacarnos lo mojado y cambiarnos de ropa. Ya al rato los "esclavos" del día estaban sirviendo un exquisito guiso de lentejas del cocinero Federico Dreher que cosecho un caluroso aplauso. Hay que aclarar que el buen tinto que tomamos contribuía notablemente a todo tipo de festejos, casi se diría que cualquier excusa era buena.

Pasamos esa noche sintiendo ulular el viento afuera y con guardias de fondeo muy atentos a cualquier indicio de que el ancla garreara y nos arrastrara contra la costa. A esa altura ya empezamos a tener problemas con el agua. Debido a que el desalinizador esta diseñado para transformar el agua salada que toma a 20 °C el agua potable pero que en la Antártida está a 0° C, la producción de agua era sumamente baja y por el otro lado, éramos muchos mas que lo normal a bordo y entonces consumíamos bastante mas de lo que producíamos. Alejandro Palmeyro, quien había asumido la responsabilidad de vigilar el agua, estaba desesperado. Había que hacer algo, y se hizo asumiendo las consecuencias: se prohibieron las duchas.

Lo que paso después, se los sigo en el próximo News.... Sólo puedo adelantar que la Armada nos dio una gran mano....

Hasta la próxima
Cordialmente
Guillermo May

info@buquepatagonia.org