
El
buque Ice Lady Patagonia
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Desde
el "Ice Lady Patagonia"
el Calypso argentino
En
este momento nos encontramos navegando en el oeste de la península
antártica en la boca del estrecho Matha habiendo cruzado el Círculo Polar Antártico.
A estas extremas latitudes de 66º 33' Sur la noche no existe en esta época del año. El viento está casi en calma y el cielo se encuentra cubierto. Una leve nevada dificulta la visibilidad y en el mar hay gigantescos témpanos que han quedado varados en profundidades de 200 mts.
Partimos de Ushuaia el día 6 de enero con el objetivo de estudiar los viejos asentamientos balleneros
del siglo XIX y principios del 1900 juntamente con el Museo Naval de la
Nación y el Museo Marítimo de Ushuaia, y llegamos a la Isla
Decepción el día 8 por la noche. Esta Isla es en realidad
el crater de un volcán de casi 6 Km. de diámetro que sale
del mar y tiene una pequeña entrada de 300 mts. por lo que se puede
acceder a su interior. Allí funcionaban hasta la erupción
de 1969 tres bases: una argentina, una chilena y una británica.
Con anterioridad y hasta 1930 fué una estación ballenera.
Actualmente existe una Base española y una base argentina de verano
que este año no ha sido habitada. El volcán sigue activo
y en las playas de arena volcánica siempre se ve el vapor que se
forma al tocar la fría agua del mar sus costas calientes. Inclusive
si uno hace un pozo en la playa se puede dar el lujo de bañarse
en el mar antártico sólo con traje de baño ya que el agua
se calienta lo suficiente.
Luego de Decepción nos dirigimos hacia el norte, a la Isla 25 de mayo en la que existen muchas bases científicas
de diversos países (Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Perú,
Ecuador, Polonia, Rusia, Corea, China). Fondeamos al pié de un
glaciar impresionante en un lugar que se llama fondeadero Visca y es donde
se encuentra la base brasileña Comandante Ferraz. Allí hay
restos de embarcaciones balleneras que queríamos ver y fuimos muy
cordialmente atendidos por el personal de esta moderna base, que en este
momento tiene alrededor de 45 personas trabajando. Luego nos dirigimos
a la Base argentina Jubany de la Dirección Nacional del Antártico
para saludar a su dotación de científicos y personal militar.
Allí nos encontramos con el Aviso de la Armada Argentina A.R.A.
Suboficial Castillo que está asignado a la patrulla combinada antártica
que se hace conjuntamente con la armada chilena. Posteriormente zarpamos
y a unas pocas millas se encuentra la base uruguaya Artigas donde también
existen vestigios balleneros que queríamos ver. Esa noche y mientras
nos dirigíamos al sur para fondear en la isla media luna una depresión
muy profunda de 965 hectopascales que pasó sobre nosotros , nos
trajo vientos de 60 nudos lo que nos obligó a buscar un fondeadero
abrigado a este temporal del NE. Fondeamos al pié de un glaciar
al sur de la isla Greenwich muy cerca de media luna donde está
el destacamento naval argentino teniente Cámara que también
está deshabitado. Allí también efectuamos trabajos
sobre restos balleneros y luego nos dirigimos otra vez a Decepción.
Ya el 13 de enero nos dirigimos al sur y dejamos el archipiélago
de las Shetland para ir en busca de restos balleneros en las islas Palmer
que están sobre la península antártica. Estuvimos
dos días en un puerto que fue usado como estación logística
de empresas balleneras y que se llama Svend Foyn, o Governoren Harbour
o Enterprise Island. Allí vimos una gran cantidad de embarcaciones,
toneles, materiales, carbón, etc. muchos totalmente tapados por
la nieve y preparados para una próxima campaña que nunca
habría de realizarse. La actividad ballenera en la zona comenzó
a desaparecer en la década del 30 y luego la guerra la terminó
definitivamente. De allí nos dirigimos por el estrecho de Gerlache
y el canal Neumayer hacia la estación británica de Port.
Lockroy que habitada por dos personas está totalmente restaurada
y funciona como un museo, estafeta postal y venta de recuerdos para los
que se acerquen hasta allí en los veranos. Muchos buques de crucero
llevan a sus pasajeros. Es un ejemplo de como la Argentina podría
mantener muchas de sus bases hoy desocupadas por falta de presupuesto.
Pero eso ya es una cuestión política y de mentalidades diferentes.
Ya de Lockroy seguimos hacia el sur por el mar de Bellinghausen hasta
las altas latitudes que estamos ahora y por lo que sabemos somos uno de
los pocos barcos privados que han cruzado el Círculo y creemos
ser la única expedición argentina no oficial que lo ha hecho.
En esta latitud hay bastante presencia de témpanos pero todavía
se puede navegar, en el lejano horizonte, que la impresionante claridad
del aire antártico nos deja ver, se nota el resplandor blanco de
la presencia de hielo por lo que creemos estar cerca del pack. Es decir
del mar congelado y la costa de hielo continental. El paisaje es impresionante
y la cordillera que forma la tierra de San Martín en la Península
antártica se eleva 2000 mts. directamente sobre el nivel del mar.
Hoy nos dirigiremos mas al norte hacia puerto Charcot, lugar donde también
estudiaremos asentamientos. Cuando los balleneros vinieron a la Antártida
en busca de sus presas recorrieron todas sus costas y caletas y se ubicaron
en los mejores lugares, es decir los que quedan sin hielo en verano, están
abrigados de los vientos, y el acceso no es complicado. Esos mismos lugares
son los que en la actualidad los países usan para edificar sus
bases. El Tratado Antártico ha congelado los reclamos territoriales
de cada Estado por lo que vemos tantos establecimientos extranjeros en
lo que consideraríamos la Antártida Argentina. Creemos que
la mejor forma de defender la histórica presencia argentina en
este continente es a traves de la Ciencia. Ver tantas bases argentinas
vacías nos llena de tristeza, si el Estado no puede o no quiere
mantenerlas habrá que ir pensando otras alternativas.
Hasta la próxima.
Marcelo Marienhoff!
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